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Acero aleado frente a acero al carbono: Guía comparativa

Última actualización:
30 de abril de 2025
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Índice

En el mundo de la metalurgia, la elección entre acero aleado y acero al carbono puede influir significativamente en la durabilidad y el rendimiento de sus proyectos. Estos dos tipos de acero, aunque aparentemente similares, ofrecen distintas ventajas y desventajas que pueden ser decisivas para su aplicación. El acero aleado, conocido por su versatilidad y propiedades mejoradas, suele destacar en entornos exigentes, pero ¿siempre se impone a la sencillez y rentabilidad del acero al carbono? Esta guía comparativa profundizará en las diferencias clave entre estos materiales, explorando sus propiedades únicas y ayudándole a tomar decisiones informadas para aplicaciones industriales. ¿Está preparado para desvelar los secretos de la selección del acero y descubrir qué tipo se adapta mejor a sus necesidades?

Acero aleado frente a acero al carbono: Principales diferencias

Composición y clasificación

La composición del acero desempeña un papel crucial a la hora de determinar sus propiedades y usos. El acero aleado y el acero al carbono difieren principalmente en sus elementos.

Acero al carbono

El acero al carbono se compone principalmente de hierro y carbono, con un contenido de carbono que varía de 0,05% a 1,5%. Puede clasificarse en bajo en carbono (hasta 0,30%), medio en carbono (0,30%-0,60%) y alto en carbono (0,60%-1,5%). El acero con alto contenido en carbono es muy duro, pero también más quebradizo.

Acero aleado

El acero aleado incluye carbono y hierro, además de otros elementos como cromo, níquel, manganeso, silicio y titanio. Estas adiciones confieren al acero aleado cualidades específicas como una mayor resistencia, tenacidad y resistencia a la corrosión.

Propiedades mecánicas

Las propiedades mecánicas del acero son cruciales para determinar su idoneidad para aplicaciones específicas, y el acero aleado y el acero al carbono presentan características distintas.

Resistencia y dureza

El acero al carbono, sobre todo el de alto contenido en carbono, es famoso por su dureza. Sin embargo, esta dureza puede provocar fragilidad, lo que lo hace menos adecuado para aplicaciones que requieren flexibilidad. En cambio, los aceros aleados suelen ofrecer mayor resistencia y elasticidad gracias a la presencia de elementos de aleación como el cromo, que aumentan la resistencia a la tracción y la durabilidad.

Ductilidad y maleabilidad

El acero con bajo contenido en carbono es conocido por su ductilidad y maleabilidad, lo que facilita su moldeado. El acero aleado, aunque más resistente, es menos dúctil porque sus elementos de aleación limitan la deformación, reduciendo su maleabilidad.

Rendimiento en aplicaciones especializadas

El rendimiento del acero en entornos y aplicaciones específicos puede variar significativamente entre el acero aleado y el acero al carbono.

Resistencia a la corrosión

El acero al carbono es susceptible a la corrosión, sobre todo al óxido, a menos que esté protegido por revestimientos u otros tratamientos. Sin embargo, el acero aleado suele incluir elementos como el cromo y el níquel, que le confieren una resistencia inherente a la corrosión. Esto hace que el acero aleado sea ideal para su uso en entornos difíciles en los que la exposición a la humedad y los productos químicos es frecuente.

Resistencia al calor

Los aceros aleados suelen presentar una mayor resistencia al calor gracias a elementos como el molibdeno, que ayudan a mantener la integridad estructural a altas temperaturas. El acero al carbono, con su composición más simple, es menos resistente al calor, lo que limita su uso en aplicaciones de alta temperatura.

Fabricación y mecanizado

La facilidad de fabricación y mecanizado es una consideración vital en la selección del acero, que afecta tanto a los costes de producción como a la calidad del producto.

Soldabilidad y mecanizabilidad

El acero al carbono suele ser más fácil de soldar y mecanizar, lo que lo hace predecible y rentable para la fabricación. El acero aleado puede requerir herramientas y técnicas especializadas, lo que puede aumentar la complejidad y el coste.

Implicaciones económicas

El coste del acero depende de su composición y de la complejidad de su producción.

Acero al carbono

El acero al carbono suele ser más rentable debido a su composición más simple y a su amplia disponibilidad. Esto lo convierte en una opción popular para aplicaciones en las que las limitaciones presupuestarias son una preocupación primordial.

Acero aleado

Aunque el acero aleado suele ser más caro debido al coste de los elementos de aleación y el procesamiento, sus propiedades mejoradas pueden justificar el gasto en aplicaciones especializadas en las que los requisitos de rendimiento son estrictos.

Las aleaciones de acero y sus ventajas e inconvenientes

Resumen de las aleaciones de acero

Las aleaciones de acero se componen principalmente de hierro, al que se añaden elementos como el cromo y el níquel para mejorar sus propiedades. Estos elementos, cada uno de los cuales aporta ventajas únicas como una mayor resistencia o resistencia a la corrosión, son la clave de la versatilidad de las aleaciones de acero. La cantidad de estos elementos varía, creando categorías como el acero de baja aleación (menos de 5% de elementos añadidos) y el acero de alta aleación (más de 5%).

Ventajas de las aleaciones de acero

  • Propiedades mecánicas mejoradas:

  • Resistencia y dureza: Por ejemplo, el cromo aumenta la dureza, lo que hace que las aleaciones de acero sean perfectas para componentes de vehículos. El níquel también contribuye a la resistencia, aumentando la durabilidad en entornos exigentes.

  • Dureza: Las aleaciones de acero pueden absorber energía y soportar impactos sin fracturarse, lo que es crucial para aplicaciones estructurales como puentes y rascacielos.

  • Resistencia a la corrosión: La adición de elementos como el cromo ofrece una resistencia superior a la corrosión, lo que hace que las aleaciones de acero sean ideales para su uso en la industria naval y de transformación química, donde es habitual la exposición a entornos agresivos.

  • Resistencia a altas temperaturas: Elementos como el molibdeno y el vanadio ayudan a mantener la integridad estructural a temperaturas elevadas, lo que hace que las aleaciones de acero sean adecuadas para componentes de centrales eléctricas y motores a reacción.

  • Versatilidad: La diversa gama de elementos de aleación permite la personalización para satisfacer requisitos específicos, lo que hace que las aleaciones de acero sean aplicables en diversos sectores, como la construcción, la automoción, la industria aeroespacial y la maquinaria pesada.

Desventajas de las aleaciones de acero

  • Mayor coste: La inclusión de elementos de aleación y los complejos procesos de fabricación dan lugar a costes más elevados en comparación con el acero al carbono, lo que puede repercutir en los proyectos sensibles al presupuesto.

  • Fabricación compleja: La producción de aleaciones de acero exige un control preciso de la composición y las condiciones de procesamiento para conseguir las propiedades deseadas. Esto significa que los fabricantes necesitan equipos y conocimientos especializados, lo que puede disparar los costes.

  • Dificultades de soldadura: Algunas aleaciones de acero pueden ser difíciles de soldar debido a su composición. Por ejemplo, el cromo puede formar fases duras y quebradizas durante la soldadura, lo que puede provocar grietas. A menudo son necesarias técnicas de soldadura especializadas y tratamientos posteriores para garantizar la integridad de las uniones soldadas.

Análisis comparativo con el acero al carbono

Las aleaciones de acero difieren del acero al carbono en varios aspectos fundamentales:

  • Composición: Mientras que el acero al carbono está formado principalmente por hierro y carbono, las aleaciones de acero contienen elementos adicionales que mejoran propiedades específicas.

  • Propiedades mecánicas: Las aleaciones de acero suelen ofrecer una resistencia, dureza y tenacidad superiores a las del acero al carbono, lo que las hace adecuadas para aplicaciones de alto rendimiento.

  • Resistencia a la corrosión: Las aleaciones de acero suelen ser más resistentes a la corrosión gracias a elementos como el cromo, lo que las hace más duraderas en entornos difíciles.

  • Coste y complejidad: Las aleaciones de acero son más caras y complejas de fabricar que el acero al carbono, que es más sencillo y rentable, y suele elegirse para proyectos en los que el presupuesto es prioritario.

Propiedades del acero

Propiedades mecánicas del acero

El acero es famoso por sus impresionantes propiedades mecánicas, que incluyen resistencia, dureza, ductilidad y tenacidad. Estas características son fundamentales para determinar la idoneidad del acero para diversas aplicaciones industriales.

Resistencia y dureza

La resistencia del acero es un factor crucial para su uso. El acero al carbono suele ser más resistente debido a su mayor contenido en carbono, que contribuye a su dureza. Por eso es ideal para aplicaciones que requieren una gran resistencia a la tracción y al desgaste. Por el contrario, el acero aleado, enriquecido con elementos como el cromo y el níquel, proporciona una mayor resistencia a la tracción y durabilidad, lo que lo hace adecuado para aplicaciones de alto rendimiento. Sin embargo, el acero aleado puede no alcanzar la dureza del acero con alto contenido en carbono, lo que puede ser un factor a tener en cuenta a la hora de seleccionar materiales para fines específicos.

Ductilidad y tenacidad

La ductilidad se refiere a la capacidad del acero para deformarse bajo tensión de tracción, lo que es importante para procesos como el laminado y la forja. El acero con bajo contenido en carbono, caracterizado por su maleabilidad, ofrece una excelente ductilidad, lo que facilita darle forma sin que se agriete. El acero aleado, aunque resistente, suele presentar una ductilidad reducida debido a su compleja composición. No obstante, el acero aleado destaca por su tenacidad, ya que absorbe la energía y resiste los impactos sin fracturarse, lo que es vital en aplicaciones estructurales donde la resistencia es primordial.

Propiedades térmicas

La resistencia al calor del acero es especialmente importante en las industrias de alta temperatura.

Resistencia al calor

El acero aleado suele presentar una resistencia al calor superior a la del acero al carbono. Elementos como el molibdeno y el vanadio mejoran su capacidad para mantener la integridad estructural a temperaturas elevadas, lo que lo hace ideal para aplicaciones en centrales eléctricas e industrias aeroespaciales. El acero al carbono, con una composición más simple, ofrece una resistencia al calor aceptable, pero es menos versátil en entornos térmicos extremos.

Resistencia a la corrosión

La resistencia a la corrosión es una propiedad clave que influye en la longevidad y los requisitos de mantenimiento de los productos de acero.

Acero aleado

El acero aleado se caracteriza por su resistencia a la corrosión, debido a la presencia de elementos como el cromo y el níquel. Estos elementos forman una capa protectora que impide que el acero se oxide, lo que resulta esencial en entornos expuestos a la humedad y los productos químicos, como las industrias naval y de transformación química.

Acero al carbono

En cambio, el acero al carbono es más propenso a la corrosión. Su composición más simple requiere revestimientos o tratamientos protectores para evitar la oxidación, lo que lo hace menos idóneo para aplicaciones en las que la exposición a largo plazo a elementos corrosivos es una preocupación.

Propiedades magnéticas

Las propiedades magnéticas del acero pueden ser un factor decisivo en su aplicación, sobre todo en las industrias eléctrica y electrónica.

Acero al carbono

El acero al carbono suele ser magnético debido a su contenido en hierro. El grado de magnetismo puede variar en función del contenido de carbono, lo que lo hace adecuado para aplicaciones en las que son necesarias propiedades magnéticas.

Acero aleado

Las propiedades magnéticas del acero aleado dependen de sus elementos de aleación, que pueden aumentar o disminuir su magnetismo. Esta variabilidad permite la personalización en función de las necesidades específicas de la aplicación, sobre todo en sectores que requieren características magnéticas precisas.

Fabricación y mecanizado

La facilidad de fabricación y mecanizado afecta tanto a los costes de producción como a la viabilidad de la fabricación de componentes de acero.

Soldabilidad

El acero al carbono es más fácil de soldar debido a su composición más simple. Se prefiere en la fabricación debido a su comportamiento predecible durante la soldadura. El acero aleado, con sus diversos elementos, puede plantear problemas durante la soldadura, por lo que requiere técnicas y equipos especializados para garantizar uniones de calidad.

Implicaciones económicas

El coste del acero depende de sus propiedades y de la complejidad de su fabricación.

Acero al carbono

El acero al carbono suele ser más rentable, ya que se beneficia de una composición sencilla y de una amplia disponibilidad. Esto lo convierte en una opción popular para proyectos de bajo presupuesto.

Acero aleado

El acero aleado es más caro debido a la inclusión de elementos de aleación y a los complejos procesos de producción. Sin embargo, sus propiedades mejoradas suelen justificar el gasto en aplicaciones en las que el rendimiento es prioritario.

Guía de selección de materiales para aplicaciones industriales

Factores que influyen en la selección de materiales

La elección del material adecuado para aplicaciones industriales requiere un conocimiento exhaustivo de varios factores que pueden influir en el rendimiento, el coste y la longevidad. Estos factores incluyen las condiciones ambientales, los requisitos mecánicos, las consideraciones de coste y las capacidades de fabricación.

Condiciones medioambientales

Al seleccionar los materiales, es fundamental tener en cuenta las condiciones ambientales a las que se enfrentarán. El acero aleado, con su mayor resistencia a la corrosión gracias a elementos como el cromo y el níquel, es ideal para aplicaciones expuestas a la humedad o a productos químicos. En cambio, el acero al carbono es más susceptible a la corrosión, pero puede utilizarse eficazmente en entornos menos agresivos con los revestimientos adecuados.

Requisitos mecánicos

Las propiedades mecánicas necesarias para la aplicación son cruciales en la selección del material. Para proyectos que requieren gran resistencia y tenacidad, suele preferirse el acero aleado por su mayor rendimiento. Es ideal para usos con grandes cargas e impactos, como la industria aeroespacial y la maquinaria pesada. El acero al carbono, conocido por su dureza y ductilidad, es una opción rentable para aplicaciones con exigencias mecánicas moderadas.

Consideraciones económicas

Las limitaciones presupuestarias suelen influir en la elección del material. El acero al carbono suele ser más barato porque es más sencillo de fabricar, lo que conviene a los proyectos centrados en el presupuesto. El acero aleado, aunque más caro, ofrece ahorros a largo plazo gracias a un menor mantenimiento y una mayor durabilidad, sobre todo en entornos difíciles.

Capacidad de fabricación

La facilidad de fabricación y mecanizado puede afectar a los plazos y costes de producción. El acero al carbono es fácil de soldar y mecanizar, lo que simplifica la fabricación, mientras que el acero aleado, a pesar de sus propiedades superiores, puede necesitar técnicas especiales, lo que añade complejidad y coste.

Recomendaciones específicas para cada aplicación

Industria de la construcción

Para aplicaciones de construcción, el acero al carbono suele utilizarse para armazones estructurales y barras de refuerzo debido a su resistencia y rentabilidad. El acero aleado puede emplearse para componentes que requieren un mayor rendimiento, como las estructuras portantes expuestas a duras condiciones climáticas.

Sector del automóvil

En la fabricación de automóviles, el acero al carbono se utiliza habitualmente para los paneles de la carrocería y los componentes del chasis, ya que ofrece un equilibrio entre resistencia y asequibilidad. El acero aleado se elige para piezas que requieren una mayor resistencia a la corrosión, como los componentes del motor y los sistemas de suspensión.

Aeroespacial y generación de energía

El acero aleado es muy apreciado en los sectores aeroespacial y de generación de energía por su resistencia a las altas temperaturas y a la corrosión. Componentes como los álabes de las turbinas y los trenes de aterrizaje se benefician de la durabilidad de este material en condiciones extremas.

Nuevas tendencias en la selección de materiales

La industria asiste a tendencias hacia la sostenibilidad y la innovación en el uso de materiales. Los sectores energéticos utilizan cada vez más aceros aleados reciclados para reducir el impacto ambiental. Además, se están estudiando soluciones híbridas, como el recubrimiento del acero al carbono con capas protectoras, para mejorar las prestaciones y, al mismo tiempo, reducir los costes. Los avances en el desarrollo de aleaciones, incluidas las de alta entropía, responden a las necesidades de aplicaciones extremas, sobre todo en el sector aeroespacial.

Preguntas frecuentes

A continuación encontrará respuestas a algunas preguntas frecuentes:

¿Cuáles son las ventajas y los inconvenientes del acero aleado?

El acero aleado, como ya se ha dicho, es un tipo de acero que incorpora varios elementos de aleación para mejorar sus propiedades más allá de las del acero al carbono. Las ventajas del acero aleado incluyen una mayor tenacidad y resistencia, lo que le permite soportar aplicaciones exigentes que requieren una alta resistencia a la tracción. También ofrece versatilidad gracias a la posibilidad de adaptar sus propiedades con distintos elementos de aleación, lo que lo hace apto para una amplia gama de usos. Otra ventaja importante es su mayor resistencia a la corrosión, que reduce el riesgo de oxidación en entornos difíciles. Además, el acero aleado ofrece una excelente resistencia al desgaste, gracias a elementos como el cromo y el molibdeno.

Sin embargo, el acero aleado tiene sus desventajas. Suele ser más caro debido al coste de los elementos de aleación adicionales. Su menor maleabilidad puede dificultar su moldeado, lo que afecta a los procesos de fabricación. Además, la complejidad de su composición puede complicar la fabricación en comparación con el acero al carbono, y aunque el acero aleado puede ofrecer una buena durabilidad, puede ser más pesado y menos duradero en aplicaciones específicas, dependiendo de la composición de la aleación. En general, aunque el acero aleado ofrece propiedades mejoradas para necesidades específicas, estas ventajas vienen acompañadas de mayores costes y complejidades de fabricación.

¿En qué se diferencia el acero aleado del acero al carbono?

El acero aleado y el acero al carbono difieren principalmente en su composición y propiedades, lo que repercute en sus aplicaciones y rendimiento. El acero al carbono se compone principalmente de hierro y carbono, con un mínimo de elementos de aleación, lo que se traduce en una mayor dureza pero una menor ductilidad. Esto lo hace adecuado para aplicaciones generales como la construcción y los componentes de automoción, debido a su menor coste y facilidad de mecanizado y soldadura.

En cambio, el acero aleado incluye adiciones intencionadas de elementos como cromo, níquel y molibdeno, que aumentan su resistencia, tenacidad y resistencia a la corrosión. Estos atributos hacen que el acero aleado sea ideal para entornos exigentes como las aplicaciones aeroespaciales y marinas, aunque a un coste más elevado. El rendimiento térmico y mecánico superior del acero aleado en condiciones extremas justifica a menudo su uso en aplicaciones especializadas, donde la relación resistencia-peso y la durabilidad son cruciales. Como ya se ha dicho, la elección entre estos aceros debe guiarse por las necesidades industriales específicas, equilibrando factores como el coste, la resistencia a la corrosión y las propiedades mecánicas.

¿Cuáles son las principales propiedades de los aceros aleados y al carbono?

El acero aleado y el acero al carbono tienen propiedades distintas que influyen en sus aplicaciones. El acero al carbono se compone principalmente de hierro y carbono, y sus propiedades varían en función del contenido de carbono. Ofrece una buena resistencia a la tracción y un buen límite elástico, en torno a 540 MPa y 415 MPa, respectivamente. Su dureza es moderada y su densidad oscila entre 7,75 y 7,89 g/cm³. El acero al carbono es magnético y rentable, pero carece de resistencia a la corrosión, por lo que es adecuado para la construcción y la maquinaria, pero no tanto para entornos propensos a la oxidación.

En cambio, el acero aleado incluye elementos adicionales como cromo, níquel y molibdeno, que mejoran significativamente sus propiedades. Estas adiciones mejoran su solidez, resistencia a la corrosión y rendimiento a altas temperaturas, lo que lo hace ideal para aplicaciones exigentes como tuberías de alta presión y componentes aeroespaciales. Aunque el acero aleado suele ser más caro, sus características mejoradas ofrecen ventajas en entornos de rendimiento crítico.

¿Cómo elegir el acero adecuado para las necesidades de mi sector?

Para elegir el acero adecuado a las necesidades de su industria, tenga en cuenta varios factores clave, como se ha comentado anteriormente. En primer lugar, evalúe los requisitos de resistencia de su aplicación. El acero al carbono, especialmente en calidades bajas y medias, es adecuado para componentes estructurales como vigas y bastidores de automóviles, mientras que el acero aleado es esencial para aplicaciones de alta resistencia como los componentes aeroespaciales. A continuación, evalúe las necesidades de resistencia a la corrosión; el acero al carbono puede requerir revestimientos protectores en entornos húmedos o químicos, mientras que los aceros aleados, especialmente las variantes inoxidables como 304 o 316, ofrecen una resistencia superior para usos médicos y marinos. La resistencia al calor es otro factor crucial; el acero al carbono está limitado a unos 400 °C, mientras que algunos aceros aleados pueden soportar temperaturas más altas, lo que los hace ideales para moldes de fundición a presión. El coste también es un factor a tener en cuenta; aunque el acero al carbono suele ser 20-50% más barato, la durabilidad del acero aleado en condiciones duras puede justificar el gasto. Por último, tenga en cuenta las recomendaciones específicas del sector, como utilizar acero con bajo contenido en carbono en los paneles de carrocería de automóviles o aceros aleados en la industria aeroespacial por su elevada relación resistencia-peso. Alineando estas propiedades de los materiales con sus demandas operativas, puede optimizar la selección de acero para su industria específica.

¿Qué normas industriales debo tener en cuenta al seleccionar el acero?

Al seleccionar acero para aplicaciones industriales, deben tenerse en cuenta varias normas industriales clave para garantizar que el material cumple las especificaciones y los criterios de rendimiento necesarios.

En primer lugar, las normas internacionales ASTM son cruciales. Por ejemplo, la norma ASTM A108 especifica las barras de acero al carbono para mecanizado y aplicaciones generales, mientras que la norma ASTM A400 orienta la selección de barras de acero aleado y al carbono en función de su composición y propiedades mecánicas. La norma ASTM A29 regula las barras de acero aleado y al carbono acabadas en caliente para componentes que requieren mecanizado o tratamiento térmico.

Además, las normas AISI proporcionan especificaciones de diseño completas para aplicaciones estructurales, incluidos los materiales de acero conformados en frío. El Código ASME de Calderas y Recipientes a Presión es obligatorio para los sistemas presurizados y define las tensiones admisibles para los aceros aleados y al carbono.

Las normas específicas de los materiales incluyen la ASTM A36 para el acero estructural al carbono, conocido por su soldabilidad y rentabilidad, y la ASTM A387 para el acero aleado al cromo-molibdeno, valorado por su mayor resistencia a la corrosión y tolerancia al calor. La norma SAE J404 establece los parámetros de composición química de los aceros aleados.

Estas normas ayudan a garantizar que el acero seleccionado cumple los requisitos industriales de solidez, resistencia a la corrosión, coste, soldabilidad y necesidades específicas de la aplicación. Dar prioridad a estas normas facilita la selección informada de materiales, garantizando la seguridad, el rendimiento y el cumplimiento en diversos contextos industriales.

¿Hay consideraciones medioambientales en la selección del acero?

Sí, hay varias consideraciones medioambientales a la hora de elegir el acero, sobre todo al comparar el acero aleado y el acero al carbono. Ambos tipos de acero son altamente reciclables, lo que reduce la necesidad de materiales vírgenes y minimiza los residuos. Esta reciclabilidad mitiga significativamente el impacto medioambiental asociado a los procesos de extracción y producción.

El acero aleado suele incluir elementos como el cromo y el molibdeno, que aumentan la resistencia a la corrosión, lo que resulta ventajoso en entornos muy contaminados o cerca del mar. Esta mayor durabilidad puede traducirse en una vida útil más larga y un impacto ambiental potencialmente menor con el paso del tiempo. Por otro lado, el acero al carbono es más rentable y está más disponible, pero puede requerir revestimientos o tratamientos adicionales para evitar la corrosión, lo que podría tener implicaciones medioambientales adicionales.

La eficiencia energética en aplicaciones estructurales depende más del diseño y el aislamiento que del tipo de acero. Ambos tipos de acero contribuyen a un aislamiento y una regulación de la temperatura eficientes, reduciendo así el consumo de energía para calefacción y refrigeración.

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