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Guía completa de composición, propiedades y aplicaciones del acero SAE 1035 (UNS G10350)

Última actualización:
20 de abril de 2025
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Índice

Imagine un material que equilibre resistencia y ductilidad y ofrezca versatilidad para diversas aplicaciones industriales. El acero SAE 1035 (UNS G10350) es ese material: un acero de carbono medio que ha captado el interés de ingenieros y fabricantes por igual. Esta completa guía profundiza en los intrincados detalles del acero SAE 1035, empezando por su composición química precisa, que incluye elementos como carbono, manganeso y silicio. Descubrirá cómo estos componentes contribuyen a sus propiedades mecánicas, como la resistencia a la tracción y la dureza, que lo hacen ideal para piezas de automoción y materiales de construcción. Además, exploraremos los métodos de tratamiento térmico que pueden mejorar aún más su rendimiento y compararemos sus características con las de otros aceros con contenido medio de carbono. ¿Listo para descubrir todo el potencial del acero SAE 1035? Entremos en materia.

Composición química del acero SAE 1035 / UNS G10350

El acero SAE 1035, también conocido como UNS G10350, es un acero de carbono medio conocido por su equilibrada composición química, que desempeña un papel crucial en la definición de sus propiedades mecánicas y su idoneidad para diversas aplicaciones. Comprender la composición química del SAE 1035 es esencial para predecir su comportamiento durante el procesamiento y su rendimiento en servicio.

Contenido de carbono

El carbono es un elemento primario del acero, que afecta significativamente a su dureza y resistencia. En el acero SAE 1035, el contenido de carbono oscila entre 0,310% y 0,380%. Este nivel medio de carbono proporciona un buen equilibrio entre resistencia y ductilidad, por lo que el acero es adecuado para aplicaciones que requieren resistencia y tenacidad moderadas.

Manganeso

El manganeso, que oscila entre 0,60% y 0,90%, aumenta la resistencia y tenacidad del acero, al tiempo que mejora la resistencia al desgaste. Además, contrarresta la fragilidad causada por el azufre y contribuye a la durabilidad general del acero.

Silicio

El silicio, presente en cantidades de 0,100% a 0,300%, actúa como desoxidante, eliminando el oxígeno durante la fabricación para mejorar la calidad y resistencia generales del acero. Este proceso ayuda a evitar defectos como la porosidad y mejora la integridad del acero.

Fósforo y azufre

El fósforo y el azufre son impurezas del acero SAE 1035. El fósforo se mantiene en un máximo de 0,040% y el azufre en 0,050%. Aunque pequeñas cantidades de estos elementos pueden mejorar ciertas propiedades, cantidades excesivas pueden provocar fragilidad y reducir la ductilidad. El fósforo puede aumentar la resistencia y la dureza, pero una cantidad elevada puede hacer que el acero sea más propenso a agrietarse. Del mismo modo, el azufre puede mejorar la maquinabilidad, pero puede afectar negativamente a la tenacidad y la ductilidad.

Contenido en hierro

El hierro es el principal componente del acero SAE 1035, constituyendo alrededor del 98,63% al 99,09% de su composición. La adición de otros elementos mejora significativamente las propiedades del hierro, dando lugar a las características deseadas del acero. Como metal base, las propiedades del hierro se ven modificadas por los elementos de aleación, lo que da lugar a las equilibradas características mecánicas que definen al acero SAE 1035.

Al conocer la composición química específica del acero SAE 1035, los ingenieros y científicos de materiales pueden predecir su comportamiento en distintas condiciones, optimizar las técnicas de procesamiento y seleccionar las aplicaciones adecuadas para aprovechar sus puntos fuertes y mitigar al mismo tiempo sus posibles puntos débiles.

Propiedades mecánicas y características de rendimiento

La resistencia a la tracción del acero SAE 1035 puede variar significativamente en función de sus condiciones de procesamiento y tratamiento. Normalmente, la resistencia a la tracción oscila entre 500 MPa y 862 MPa, con valores comunes entre 585 MPa y 660 MPa. Esta propiedad es crucial para las aplicaciones que requieren que el acero soporte fuerzas de tracción o estiramiento significativas sin romperse.

El límite elástico es la tensión a la que un material empieza a deformarse plásticamente. Para el acero SAE 1035, el límite elástico es de 270 MPa como mínimo, pero suele oscilar entre 370 MPa y 530 MPa. El alargamiento mide hasta qué punto puede estirarse el acero antes de romperse, expresado como porcentaje de su longitud original. El acero SAE 1035 presenta valores de alargamiento que oscilan entre 8% y 23%, en función de las condiciones de procesamiento y tratamiento.

La dureza mide la resistencia del acero a la deformación y suele evaluarse mediante la escala de dureza Brinell. El acero SAE 1035 tiene valores de dureza Brinell de hasta 210 HB, con valores comunes entre 170 HB y 210 HB. Esta propiedad es crucial para aplicaciones que requieren resistencia al desgaste y el mantenimiento de la integridad estructural en condiciones abrasivas.

La ductilidad se refiere a cuánto puede estirarse o deformarse el acero antes de romperse. El acero SAE 1035 es conocido por su buena ductilidad, que se refleja en sus valores de alargamiento y reducción de área. Esta propiedad permite moldear el acero y darle forma en diversos componentes sin que se agriete, lo que lo hace versátil para los procesos de fabricación.

El acero SAE 1035 es muy mecanizable, aunque no tanto como los aceros con bajo contenido en carbono, como el AISI 1020. El contenido medio de carbono mejora la maquinabilidad en comparación con los aceros con mayor contenido de carbono, como el SAE 1045. Este equilibrio hace que el acero SAE 1035 sea adecuado para componentes de precisión que requieren un mecanizado exhaustivo. La reducción de área mide la disminución del área de la sección transversal durante un ensayo de tracción, expresada en porcentaje. En el caso del acero SAE 1035, la reducción del área es de al menos 22%, lo que indica su capacidad para soportar la deformación y proporciona información sobre su tenacidad y ductilidad.

Métodos y efectos del tratamiento térmico

El tratamiento térmico es esencial en metalurgia, y consiste en calentar y enfriar metales para cambiar sus propiedades sin alterar su forma. En el caso del acero SAE 1035, el tratamiento térmico puede mejorar significativamente sus características de rendimiento, haciéndolo más adecuado para diversas aplicaciones industriales. Los principales métodos de tratamiento térmico del acero SAE 1035 son el recocido, la normalización, el temple y el revenido.

Recocido

El recocido del acero SAE 1035 alivia las tensiones internas, mejora la ductilidad y reduce la dureza, lo que facilita su trabajo. Este proceso consiste en calentar el acero a una temperatura específica, mantenerlo a esa temperatura durante un tiempo determinado y, a continuación, enfriarlo lentamente, normalmente en un horno.

  • Proceso: Calentar el acero a una temperatura de 800-900°C, mantenerla durante un periodo proporcional al grosor del material y, a continuación, dejar que se enfríe lentamente en el horno.
  • Beneficios: Mayor maquinabilidad, ductilidad mejorada y fragilidad reducida.

Normalización

El normalizado consiste en calentar el acero a una temperatura superior a su rango crítico, seguido de un enfriamiento por aire. Este proceso refina la estructura de grano del acero, lo que mejora sus propiedades mecánicas.

  • Proceso: Calentar el acero a 870-920°C, mantenerlo para que se austenitice completamente y, a continuación, enfriarlo al aire.
  • Beneficios: Mayor resistencia y ductilidad, estructura de grano refinada y mejores propiedades mecánicas generales.

Endurecimiento

El temple es un proceso diseñado para aumentar la dureza y la resistencia del acero SAE 1035. Consiste en calentar el acero a alta temperatura y enfriarlo rápidamente mediante temple en agua o aceite.

  • Proceso: Calentar el acero a una temperatura de 830-860°C, mantenerlo a esta temperatura y, a continuación, enfriarlo rápidamente en agua o aceite.
  • Beneficios: Aumento de la dureza y la resistencia a la tracción. Aunque el endurecimiento aumenta la dureza y la resistencia, hace que el acero se vuelva quebradizo y requiera un tratamiento posterior para equilibrar las propiedades.

Templado

El revenido sigue al temple para reducir la fragilidad manteniendo la mayor parte de la dureza y la resistencia. Consiste en recalentar el acero a una temperatura más baja y luego enfriarlo a un ritmo controlado.

  • Proceso: Recalentar el acero templado a una temperatura de 150-700°C, en función de las propiedades deseadas, mantenerlo durante un cierto tiempo y, a continuación, enfriarlo al aire.
  • Beneficios: Mayor tenacidad, menor fragilidad y dureza y ductilidad equilibradas.

Impacto en las propiedades mecánicas y la resistencia a la corrosión

El tratamiento térmico influye significativamente en las propiedades mecánicas del acero SAE 1035:

  • Mayor fuerza: El temple y revenido mejoran la resistencia a la tracción y el límite elástico, lo que hace que el acero sea adecuado para aplicaciones de alta tensión.
  • Ductilidad mejorada: Los procesos de recocido y revenido aumentan la ductilidad, permitiendo que el acero se deforme sin agrietarse.
  • Mayor dureza: El endurecimiento aumenta la dureza de la superficie, lo que es beneficioso para la resistencia al desgaste y la durabilidad.

Sin embargo, el acero SAE 1035 no tiene una alta resistencia inherente a la corrosión. Por lo tanto, son necesarios tratamientos superficiales adicionales o revestimientos protectores para evitar la corrosión en entornos agresivos.

Conociendo y aplicando los métodos de tratamiento térmico adecuados, los ingenieros pueden adaptar las propiedades del acero SAE 1035 a los requisitos específicos de cada aplicación, optimizando el rendimiento y prolongando la vida útil del material.

Análisis comparativo con otros aceros de medio carbono

La composición química de los aceros medios en carbono difiere principalmente en el contenido de carbono y la presencia de otros elementos de aleación, que influyen directamente en sus propiedades mecánicas y aplicaciones.

Composición química

  • Acero SAE 1035: Aproximadamente 0,35% de carbono, 0,60% a 0,90% de manganeso, ≤0,35% de silicio, ≤0,050% de azufre, ≤0,040% de fósforo.
  • Acero SAE 1045: Aproximadamente 0,45% de carbono, 0,60% a 0,90% de manganeso, ≤0,35% de silicio, ≤0,050% de azufre, ≤0,040% de fósforo.
  • Acero SAE 1020: Aproximadamente 0,20% de carbono, 0,30% a 0,60% de manganeso, ≤0,35% de silicio, ≤0,050% de azufre, ≤0,040% de fósforo.

Propiedades mecánicas

  • Acero SAE 1035:

  • Resistencia a la tracción: 585 MPa a 660 MPa

  • Límite elástico: 370 MPa a 530 MPa

  • Elongación: 17% a 23%

  • Dureza Brinell: 170 HB a 210 HB

  • Acero SAE 1045:

  • Resistencia a la tracción: de 570 MPa a 700 MPa

  • Límite elástico: 310 MPa a 450 MPa

  • Elongación: 16% a 22%

  • Dureza Brinell: 170 HB a 220 HB

  • Acero SAE 1020:

  • Resistencia a la tracción: 410 MPa a 490 MPa

  • Límite elástico: de 210 MPa a 250 MPa

  • Alargamiento: 22% a 30%

  • Dureza Brinell: 119 HB a 143 HB

Resistencia a la corrosión y tratamiento de superficies

Aunque todos los aceros de medio carbono tienen una resistencia a la corrosión similar debido a su composición, el nivel de protección contra la corrosión necesario depende del entorno de aplicación y de la vida útil deseada. El acero SAE 1035 necesita tratamientos como el galvanizado, la pintura o los revestimientos protectores para evitar la oxidación y la corrosión en entornos difíciles. El acero SAE 1045 se beneficia de tratamientos superficiales similares para mejorar su resistencia a la corrosión, especialmente en aplicaciones exteriores o marinas. El acero SAE 1020, debido a su menor contenido en carbono, es más dúctil y menos propenso al agrietamiento por corrosión bajo tensión, pero sigue necesitando revestimientos protectores para un uso prolongado en entornos corrosivos.

Diferencias de aplicación

  • Acero SAE 1035: Se utiliza en piezas de automoción, engranajes y componentes de maquinaria en los que se necesita una resistencia moderada y una buena mecanizabilidad.
  • Acero SAE 1045: Adecuado para piezas de maquinaria pesada y cigüeñales que requieren mayor resistencia y dureza.
  • Acero SAE 1020: Ideal para componentes estructurales, tuberías y piezas de maquinaria sometidas a poca tensión en las que son importantes una alta ductilidad y conformabilidad.

Aplicaciones industriales comunes y casos de uso

Piezas de automóviles

El acero SAE 1035 se utiliza habitualmente en la industria del automóvil debido a su equilibrio ideal entre resistencia y ductilidad. Su contenido medio de carbono proporciona la tenacidad necesaria para los componentes de carga dinámica, por lo que es ideal para palancas, pernos, tuercas, espárragos, ejes y engranajes. Estos componentes se benefician de la capacidad del acero para absorber tensiones mecánicas sin agrietarse y de su excelente maquinabilidad para una fabricación precisa.

Materiales de construcción

El acero SAE 1035 es adecuado para aplicaciones estructurales en la construcción, como vigas y soportes, debido a su resistencia y maquinabilidad. Puede tratarse térmicamente para mejorar propiedades específicas como la dureza o la flexibilidad, lo que lo convierte en una opción óptima para estructuras portantes.

Aplicaciones de ingeniería

El acero SAE 1035 se utiliza en turbinas, generadores y componentes de maquinaria en los que la resistencia y la tenacidad son esenciales. Sus equilibradas propiedades mecánicas lo hacen idóneo para fabricar piezas portantes dinámicas en diversos sectores de la ingeniería.

Componentes industriales

En maquinaria industrial, el acero SAE 1035 se emplea para piezas que requieren una combinación de maquinabilidad y durabilidad. Es perfecto para componentes de precisión como pernos y engranajes, y su resistencia al desgaste puede mejorarse mediante tratamiento térmico, lo que lo hace adecuado para condiciones abrasivas.

Industria aeroespacial

La industria aeroespacial utiliza el acero SAE 1035 para componentes que requieren un equilibrio entre resistencia y peso moderado. Entre sus aplicaciones se incluyen los trenes de aterrizaje y los componentes estructurales, en los que la tenacidad y la maquinabilidad del acero son fundamentales para piezas que soportan cargas dinámicas durante las operaciones de vuelo.

Construcción naval

El acero SAE 1035 también se utiliza en la construcción naval para piezas estructurales y ejes, donde la durabilidad y una resistencia moderada a la corrosión son esenciales. La robustez del acero soporta el exigente entorno marino, y su trabajabilidad facilita la fabricación de componentes complejos necesarios en la construcción naval.

Propiedades de los materiales para estas aplicaciones

  • Contenido de carbono: ~0,35%, equilibrando resistencia y ductilidad.
  • Dureza y ductilidad: Ideal para cargas dinámicas y fluctuantes.
  • Maquinabilidad: Perfecto para piezas de precisión como pernos y engranajes.
  • Tratamiento térmico: Responde bien a diversos tratamientos para optimizar sus propiedades.
  • Resistencia moderada a la corrosión: Útil en ambientes marinos sin aleaciones costosas.

Consideraciones sobre la resistencia a la corrosión y tratamientos superficiales

Características de resistencia a la corrosión

El acero SAE 1035 es apreciado por sus equilibradas propiedades mecánicas, pero su resistencia a la corrosión es limitada. Su contenido medio de carbono (aproximadamente 0,31-0,38%) y elementos de aleación mínimos como el manganeso (0,6-0,9%) y trazas de cromo no ofrecen una protección significativa contra la oxidación o los ataques químicos. En consecuencia, en presencia de humedad, ácidos u otros agentes corrosivos, el acero SAE 1035 es propenso a la oxidación y la degradación si se deja sin protección.

Opciones de tratamiento de superficies

Para mejorar la resistencia a la corrosión del acero SAE 1035, se emplean diversos tratamientos superficiales y revestimientos protectores. Estos métodos están diseñados para proteger el acero de los entornos corrosivos y prolongar su vida útil.

Recubrimientos protectores y tratamientos térmicos

  • Pintura y revestimiento en polvo: Estos revestimientos proporcionan una barrera física contra la humedad y el oxígeno, lo que ayuda a reducir el riesgo de corrosión. Se utilizan mucho en aplicaciones estructurales y de automoción.
  • Galvanoplastia: Técnicas como el cincado o el cadmiado ofrecen una protección sacrificial. La capa chapada se corroe preferentemente, protegiendo así el acero subyacente.
  • Fosfatado: Los revestimientos de conversión de fosfatos aumentan la resistencia a la corrosión y mejoran la adherencia de la pintura. Este método se utiliza a menudo como pretratamiento en los procesos de fabricación.

Aunque los tratamientos térmicos como la normalización, el recocido, el temple y el revenido mejoran principalmente las propiedades mecánicas como la resistencia y la tenacidad, no mejoran significativamente la resistencia a la corrosión. Sin embargo, un tratamiento térmico adecuado puede refinar la microestructura, mejorando potencialmente la uniformidad de la superficie y reduciendo los puntos propensos a la corrosión localizada.

Procesos de endurecimiento superficial

  • Temple a la llama y por inducción: Estas técnicas endurecen la superficie del acero y la hacen más resistente al desgaste. Aunque no mejoran directamente la resistencia a la corrosión, pueden reducirla indirectamente al limitar los daños superficiales y el desgaste que exponen el metal fresco a los agentes corrosivos.

Galvanización

El galvanizado en caliente recubre el acero con una gruesa capa de zinc. Este proceso ofrece una fuerte protección contra la corrosión y es especialmente adecuado para componentes utilizados en exteriores o en entornos difíciles, donde el acero SAE 1035 se emplea estructuralmente.

Pasivación y tratamientos químicos

A diferencia de los aceros inoxidables, el SAE 1035 no puede pasivarse para formar una película protectora de óxido. Sin embargo, los tratamientos químicos como el aceitado o la aplicación de inhibidores de óxido pueden proteger temporalmente las superficies durante el almacenamiento y el transporte.

Aplicaciones prácticas y recomendaciones

Dado el equilibrio mecánico del acero SAE 1035, se utiliza mucho en piezas de automoción, componentes de maquinaria y construcción, donde se requiere una resistencia y tenacidad moderadas. Los diseñadores e ingenieros deben utilizar medidas de protección adicionales en lugar de confiar en la resistencia natural del acero a la corrosión. La selección de tratamientos superficiales adecuados y adaptados al entorno operativo es crucial:

  • Para ambientes exteriores o húmedosSe aconseja el galvanizado o sistemas de pintura resistentes.
  • Para piezas de maquinaria sometidos a desgaste y cierta exposición, el fosfatado combinado con el aceitado o la pintura puede proporcionar una protección adecuada.
  • En entornos industriales o químicospuede ser necesario aplicar revestimientos de barrera adicionales o recubrimientos resistentes a la corrosión.

Preguntas frecuentes

A continuación encontrará respuestas a algunas preguntas frecuentes:

¿Cuál es la composición química del acero SAE 1035 (UNS G10350)?

El acero SAE 1035, también conocido como UNS G10350, es una aleación de acero con contenido medio de carbono. Su composición química incluye principalmente:

  • Carbono (C): 0.32% – 0.38%
  • Manganeso (Mn): 0.60% – 0.90%
  • Silicio (Si): 0.15% – 0.35%
  • Fósforo (P): Máximo 0,040%
  • Azufre (S): Máximo 0,050%
  • Hierro (Fe): El porcentaje restante, normalmente en torno a 98,63% - 99,09%

Esta composición equilibrada confiere al acero SAE 1035 sus propiedades mecánicas características, que lo hacen adecuado para diversas aplicaciones industriales. La presencia de carbono aporta resistencia y dureza, mientras que el manganeso contribuye a la tenacidad y la dureza. El silicio aumenta ligeramente la resistencia y la dureza, y los bajos niveles de fósforo y azufre ayudan a mantener la ductilidad y la maquinabilidad. El hierro constituye la mayor parte de la aleación, garantizando la integridad estructural.

¿Cuáles son las propiedades mecánicas del acero SAE 1035?

El acero SAE 1035, también conocido como UNS G10350, es un acero con un contenido medio de carbono que presenta una combinación equilibrada de propiedades mecánicas, lo que lo hace adecuado para diversas aplicaciones industriales.

La resistencia a la tracción del acero SAE 1035 suele oscilar entre 550 MPa (79.800 psi) y 585 MPa (84.800 psi), lo que le permite soportar cargas importantes antes de fallar. El límite elástico, que indica el nivel de tensión en el que el acero empieza a deformarse plásticamente, suele situarse entre 370 MPa (53.700 psi) y 460 MPa (66.700 psi). Esto garantiza la fiabilidad en aplicaciones que requieren un comportamiento elástico antes de la deformación permanente.

Los valores de dureza se sitúan en torno a 163 de dureza Brinell, lo que favorece una buena resistencia al desgaste, manteniendo al mismo tiempo la maquinabilidad y la tenacidad. El módulo de elasticidad es de aproximadamente 190-210 GPa, lo que refleja la rigidez del acero y su resistencia a la deformación elástica bajo carga.

La resistencia a la fatiga oscila entre 210 MPa (31.000 psi) y 340 MPa (49.000 psi), crucial para componentes sometidos a cargas cíclicas, como ejes y engranajes. El acero SAE 1035 también presenta una tenacidad al impacto moderada, que equilibra la resistencia con la capacidad de absorber la energía de golpes o impactos repentinos.

Los procesos de tratamiento térmico como el recocido, la normalización, el temple y el revenido pueden mejorar significativamente estas propiedades, adaptando el acero a las necesidades específicas de cada aplicación.

¿Cuáles son los usos y aplicaciones habituales del acero SAE 1035?

El acero SAE 1035 es un acero de carbono medio conocido por su equilibrio entre resistencia, ductilidad y maquinabilidad, lo que lo hace adecuado para diversas aplicaciones industriales. Los usos comunes del acero SAE 1035 incluyen:

  1. Piezas de automóviles: Debido a su resistencia moderada y a su facilidad de fabricación, la SAE 1035 se utiliza ampliamente para fabricar componentes como engranajes, ejes y árboles en la industria del automóvil.

  2. Materiales de construcción: Su resistencia y maquinabilidad lo hacen ideal para vigas estructurales, soportes y otros materiales de construcción que requieren durabilidad y fiabilidad.

  3. Aplicaciones de ingeniería: SAE 1035 se utiliza en ingeniería general para fabricar componentes de maquinaria, como engranajes, palancas y husillos, debido a su buena mecanizabilidad y propiedades mecánicas.

  4. Componentes industriales: El acero se utiliza para fabricar componentes industriales como elementos de fijación (tornillos, pernos y tuercas), piezas de válvulas y componentes de bombas que exigen una resistencia moderada y resistencia a la tensión mecánica.

Estas aplicaciones se benefician de la capacidad de la SAE 1035 de someterse a diversos tratamientos térmicos para mejorar propiedades específicas, como la dureza y la resistencia a la tracción, adaptadas a los requisitos de los distintos usos industriales.

¿Cómo puede tratarse térmicamente el acero SAE 1035 para mejorar sus propiedades?

Para mejorar las propiedades del acero SAE 1035, pueden aplicarse varios métodos de tratamiento térmico. El recocido consiste en calentar el acero a una temperatura comprendida entre 840°C y 890°C (1550°F y 1625°F) y enfriarlo lentamente, lo que alivia las tensiones internas y aumenta la ductilidad. La normalización, realizada entre 870°C y 900°C, refina la estructura del grano y aumenta la resistencia. El endurecimiento se consigue calentando el acero de 830°C a 860°C (1525°F a 1575°F) y enfriándolo en aceite o agua, lo que da como resultado una superficie más dura. A esto puede seguir el revenido, en el que el acero se recalienta de 400°C a 680°C (750°F a 1260°F) para equilibrar la dureza y la tenacidad. El conjunto de estos tratamientos mejora las propiedades mecánicas del acero y lo hace apto para aplicaciones exigentes.

¿Necesita el acero SAE 1035 protección contra la corrosión?

El acero SAE 1035 requiere protección contra la corrosión, especialmente en entornos en los que está expuesto a la humedad o a elementos corrosivos. Como acero de carbono medio, el SAE 1035 no posee una alta resistencia inherente a la corrosión. En aplicaciones en las que pueda sufrir oxidación o degradación, es aconsejable aplicar medidas de protección adicionales, como revestimientos, galvanización u otros tratamientos, para aumentar su durabilidad y longevidad. El mantenimiento regular y la aplicación de estos tratamientos protectores pueden mejorar significativamente el rendimiento y la vida útil del acero en entornos corrosivos. Esto garantiza que el material mantenga su integridad estructural y su funcionalidad a lo largo del tiempo.

¿En qué se diferencia el acero SAE 1035 de otros aceros con contenido medio de carbono?

El acero SAE 1035 es un acero de carbono medio con un contenido de carbono de aproximadamente 0,35%, lo que lo sitúa en la gama media de los aceros de carbono medio. Comparado con otros aceros de carbono medio, como el SAE 1045, que tiene un contenido de carbono más alto (alrededor de 0,45%), el SAE 1035 ofrece un mejor equilibrio entre ductilidad y tenacidad. Esto lo hace más adecuado para aplicaciones que requieren condiciones de carga dinámica, ya que proporciona una mayor resistencia al impacto y flexibilidad.

El SAE 1035 tiene una resistencia a la tracción que oscila entre 585 y 660 MPa y un límite elástico entre 370 y 530 MPa, que es moderado en comparación con la gama más amplia de aceros medios al carbono. Su índice de alargamiento de 17% a 23% indica una buena ductilidad, lo que facilita su mecanizado y conformado. La dureza del SAE 1035, medida en dureza Brinell (170-210 HB), es inferior a la de aceros con alto contenido en carbono como el SAE 1045, lo que facilita los procesos de mecanizado y conformado.

Además, el SAE 1035 puede someterse a tratamiento térmico para mejorar sus propiedades mecánicas. Se utiliza habitualmente en piezas de automoción, materiales de construcción y diversos componentes industriales debido a sus propiedades equilibradas. Aunque requiere protección contra la corrosión, los tratamientos superficiales adecuados pueden mejorar su durabilidad en entornos corrosivos.

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